La flor de Acuario

Flor: Peonía
Los nativos del signo del aguador son los rebeldes del zodiaco. Eternos insatisfechos, quieren que la vida se amolde a sus deseos. Sitio al que llegan, sitio en donde cuestionan las reglas e imponen el cambio como única posibilidad de avance. Desde pequeños retan a la autoridad y no se dejan amaestrar ni domesticar. Cuestionan toda forma de afecto y compromiso porque la conciben como un chantaje que los ata a lo que no desean para su vida. No les son fáciles las relaciones de ninguna especie, y por ello prefieren ir a su aire, sin deberse a ningún amo.

Para Acuario la vida es un reto en donde se enfrenta a la inercia y la apatía de los demás. No se detienen a reflexionar sobre el enorme acto de soberbia que implica creer que sabemos aquello que es mejor para los demás, pero eso se debe a que Acuario nunca se detiene a reflexionar. Es más una persona de acción, de actos, y no de ideas o argumentos.

La flor que representa a Acuario representa esos valores: lo iconoclasta, la rebeldía, la necesidad de autoafirmación, el desarrollo de valores propios y el cuestionamiento de los ajenos. Un alma idealista y una preocupación constante por los demás.

Una flor como la peonía.
La peonia es una flor carnosa, de pétalos que se retraen y forman una pequeña campana. Puede ser blanca o de un color cercano al del vino tinto. Es apreciada por su belleza, y se le encuentra en las faldas de las montañas y zonas boscosas de Europa.

Es de uso intenso en la herbolaria. Siempre se le ha relacionado con el rejuvenecimiento de la piel, y por ello se usa como emplaste o jarabe para retrasar los efectos de la edad. Algo que comparte con Acuario, un signo que se mantiene siempre joven, adolescente en su deslumbramiento ante el mundo, renovado en su deseo de que las cosas cambien a favor de la vida.

También se reconocen sus bondades en el restablecimiento de ciclos corporales, como la menstruación y el ritmo cardiaco. Algo a lo que Acuario es muy sensible, pues cree que la vida es un circuito que no debe interrumpirse ni alterarse. Lo que hace Acuario es devolver a personas y circunstancias al ritmo que cree les corresponde, a las tendencias positivas de su tiempo.

Las semillas de la planta de la que procede la peonía, la ormosia, es valorada por su protección ante el mal de ojo. En la antigüedad se creía que si se poseían sus dos ejemplares distintivos (macho y hembra), se poseía la mejor protección contra las maldiciones y la envidia. De ese modo opera Acuario son sus amigos: es un efectivo protector contra los grandes males de la vida, y su energía inagotable puede ahuyentar todo mal que se cierna sobre los que ama. Acuario es, en sí mismo, un amuleto viviente.

¿Cómo convertir a la peonía en un amuleto? Es mejor conservar las semillas de la planta que la flor, siempre que se trate de semillas macho y hembra. Hay que llevarlas a todas partes en un saquito color vino.